Descarbonización ¿solo con renovables? – Incertidumbres y riesgos 2

Incertidumbres de las energías renovables. En esta charla se habla de aspectos sociopolíticos que pueden dificultar el ambicioso despliegue de generación renovable previsto en el ELP para alcanzar la descarbonización en 2050.

En charlas anteriores de esta serie habíamos visto que para llegar a cubrir un 97% de las necesidades de energía en 2050 con renovables, como prevé el ELP 2050, posiblemente haría falta comisionar mas de 10 GW cada año de aquí a 2050.  Hasta la fecha, en los años que más se ha avanzado se han construido poco mas de 4 GW.   

En esta y otra charla, vamos a ver diferentes circunstancias que dificultan una expansión tan acelerada. Concretamente nos fijaremos en cuestiones sociopolíticas, incertidumbres técnicas y en aspectos económicos.

En el capítulo de cuestiones sociales, destaca la creciente contestación social al despliegue de instalaciones renovables,  repitiéndose lo que ha ocurrido en el pasado con otras fuentes de generación.  De hecho, tras los proyectos traumáticos de Itoiz y de Riaño, la construcción de grandes infraestructuras hidráulicas se acabó. En el caso de la solar y eólica, estas interfieren con otras actividades económicas como la agricultura, la pesca o el turismo, por las grandes superficies que ocupan y por su impacto ambiental.

Citamos aquí, a modo de ejemplos, algunos de los muchos casos que hay de oposición en España, registrados hasta mediados de 2022.

En Teruel se crea una plataforma de varios pueblos afectados por un proyecto con 149 aerogeneradores anunciado en el BOE de 8 de agosto;

en León y otras provincias del norte, la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica,  ha presentado un recurso contra el PNIEC 2021-2030

en Cantabria la Consejería de Obras Publicas impide parques eólicos en el 94% de la comunidad; del 6% restante, la mitad está sujeta a restricciones.

en Galicia la plataforma “Manifesto de Burela” que engloba un colectivo de 12.000 pescadores se moviliza contra la implantación de parques eólicos marinos en caladeros de pesca;

 en Extremadura se mobiliza la Plataforma cívica de Sierra de Montanchez-Segura y se deniegan los permisos ambientales a los parques de Montanchez, Castillejo y Alijares; 

en Andalucía hay oposición a los proyectos de Cabo de Gata, Bahía de Cádiz y mar de Ágata;

 en Cataluña 20 municipios se mobilizan contra el parque eólico Tramuntana.

Otra circunstancia que dificulta un despliegue acelerado de las EERR es el retraso administrativo en el licenciamiento de proyectos.  En la tabla

vemos los plazos máximos previstos en el RD 29/2021.  Estos ya incluyen un retraso de 9 meses respecto de la previsión inicial y aun así los inversores se temen que haya importantes proyectos que no lo consigan.

Las causas para estos retrasos son, por una parte, las limitaciones de recursos de las CCAA para procesar los trámites, por otro lado, el aluvión de solicitudes acumuladas, muchas de ellas destinadas al fracaso por carecer de proyectos reales;  lógicamente, también  hay que considerar los innumerables recursos interpuestos por asociaciones opositoras.  Por otra parte también, los límites de capacidad de conexión a los nudos de la red eléctrica, diseñada para un sistema de algo mas de 100 GW al que se le quiere meter casi 300 GW

En el caso de la eólica marina, en la que el ELP 2050 y el PNIEC han cifrado muchas expectativas, hay que tener presente posibles conflictos con actividades pesqueras así como las limitaciones por impacto visual en zonas turísticas.  Se espera que el POEM, que debe salir pronto, tras muchos meses de retrasos, resuelva estas y otras interferencias.  

A modo de ejemplo,  En esta imagen podemos ver más de doscientos caladeros pesqueros en la franja de mar de la costa asturiana. 

La situación en otras regiones costeras es similar.   Esto pueden obligar a reducir mucho las zonas próximas a la costa habilitadas para parques, obligando a distanciarlos de la costa.

Pero si nos alejamos de la costa, nos encontramos con que el fondo marino que rodea a la península desciende abruptamente relativamente cerca.  Esto fuerza a considerar diseños de torres y subestaciones flotantes no cimentadas sino ancladas al fondo en alta mar.  Las condiciones de diseño para estas estructuras, sobre todo en el norte y noroeste, son extremadamente severas, por la profundidad y por el violento oleaje que se puede desencadenar.   En este mapa puede apreciarse que las condiciones del mar en el atlántico y en el golfo de Vizcaya son mucho más severas que el mar del Norte, el mar Báltico o en el mar de Irlanda, donde más está creciendo la eólica marina.

Otro dificultad importante para mantener una inversión elevada y continua a lo largo del tiempo, es la inseguridad jurídica y regulatoria de España. Un reciente informe de BNP Paribás sitúa a España como uno de los países con mayor riesgo regulatorio de Europa.  La inseguridad desincentiva la inversión.

En esta gráfica del ritmo de construcción de plantas eólicas y solares en las dos últimas décadas se observa claramente un ejemplo de este fenómeno. 

Tras unos comienzos productivos, hacia el año 2011 se frenó totalmente la inversión y no se recuperó hasta ocho años después.  En aquella ocasión el frenazo se produjo por la súbita eliminación, por parte de un gobierno, de los estímulos establecidos por el gobierno anterior.  En el futuro pueden repetirse casos como este o semejantes,  si no tenemos un plan energético de largo plazo soportado por un acuerdo de estado entre los partidos con opciones de gobierno.

Repito una vez mas lo dicho anteriormente: con estas charlas no se pretende en absoluto ir contra el uso de EERR sino poner más realismo en el proyecto de descarbonización.

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